Nuestra manera de entender las clases particulares

Con nosotros no tendrás que hacer colas para resolver tu duda, ni tendrás que esperar eternamente hasta que te atendamos. Eso no existe en esta academia.

Nuestro formato de clase es el mismo que el de las academias universitarias: clases de pizarra en las que preparamos a conciencia tus exámenes.

Compartirás aula con alumnos de tu mismo curso (y siempre que sea posible, con alumnos de tu mismo centro) y te cundirá la hora de clases por completo.

Además, por aula estaréis un máximo de ocho alumnos, nada de masificaciones. No buscamos hacernos de oro metiendo veinte alumnos en cada clase, estamos comprometidos con la calidad y el rendimiento de nuestras clases particulares.

Que obtengas buenos resultados no depende exclusivamente de nosotros: ¡Debes poner de tu parte!

Si todavía tienes por descubrir el mundo de las técnicas de estudio, quizás no tengas muy claro cómo ayudarte a ti mismo. Lo primero, y fundamental, es que seas ordenado. A partir de ahí, todo irá encajando mejor en tu azotea. Haznos caso y te lo agradecerás.

¿Y cómo te ayudamos nosotros?

Te daremos los contenidos bien estructurados y esquematizados, así que mantén bien organizado todos los resúmenes, esquemas y hojas de actividades que te vayamos entregando.

¡Aprovéchalo!

A veces, el problema de los alumnos es que no tienen motivación por lo que estudian porque aún no entienden que lo que se estudia hoy es la base de los cursos posteriores.

Es fundamental comprender que si no se construye una buena base de conocimientos, los conceptos echarán de menos enseguida algún tipo de lógica en la que cimentarse. Pues bien, mientras que los dieces son hormigón del bueno, los cincos y seises son solo paja.

Para cada examen que afrontes dispondrás de múltiples herramientas que te iremos entregando en clase: resumen de fómulas y conceptos, ejercicios por niveles y simulacros de tu examen.

Si alumnos y profes trabajamos persiguiendo los mismos objetivos, los resultados están garantizados.